El movimiento de la inclusión
La inclusión significa hacer efectivos para todos/as, el derecho a la educación, la igualdad
de oportunidades y la participación. Está relacionada, con la naturaleza misma de la
educación general y de la escuela común, implica que todos los niños/as de una determinada
comunidad aprendan juntos independientemente de sus condiciones personales, sociales
o culturales.
En la actualidad, muchos países están utilizando el concepto de inclusión como sinónimo
de integración, cuando en realidad se trata de dos conceptos distintos. La integración es
un movimiento que surgió para hacer efectivos los derechos de las personas con discapacidad,
con el fin de asegurar su plena participación en los contextos comunes de la sociedad. El
movimiento de la integración está ligado, por tanto, al colectivo de las personas con
discapacidad y ha significado, sobre todo, cambios en la Educación Especial más que de
la educación general.
En una escuela inclusiva no existen “requisitos de entrada”, ni mecanismos de selección o
discriminación de ningún tipo; la estructura, funcionamiento y propuesta pedagógica se
ajusta para dar respuesta a las necesidades educativas de todos y cada uno de los
estudiantes; y se trabaja para minimizar o eliminar las barreras que enfrentan para aprender
y participar.
La inclusión de los niños y niñas con discapacidad, con VIH/SIDA, de minorías étnicas y
lingüísticas, entre otros, que hasta ahora han sido fuertemente discriminados y segregados,
implica por una parte, un cambio profundo en el diseño de las políticas públicas en materia
de educación, y por otra, en las creencias, actitudes y prácticas pedagógicas que se
desarrollan en las comunidades educativas.
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